sábado, 22 de septiembre de 2012

Verbo clandestino




Es terrible tener que escribir. Te juro

que quisiera perder la memoria, el hilo

del pensamiento, la clave de las asociaciones

insólitas,

el absurdo teatro de la imaginación,

es preferible perder

el habla, la respiración, los dedos,

a tener que escribir recordando, volviendo

del revés el pensamiento, enredando

los hilos de las marionetas,

constituyendo asociaciones insólitas, tales como "más vale morir que huir de rodillas",

"la primavera ha venido de visita", y otras majaderías por el estilo,

a causa del estilo,

prefiero callarme y bostezar hasta perder la respiración,

el hábito

y la necesidad de escribir que soporto pacientemente como una de tantas calamidades de mi vida.




Blas de Otero. Expresión y reunión. Alianza editorial, 1981.

Imagen: Gran coloso dormido. Goya

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