viernes, 23 de marzo de 2018

A tenebris lux



La noche,

su justicia sedienta, su alarido

tenaz y su combate,

tierna escarcha de luz,

me cala hasta los huesos y me enciende

como una antorcha de rocío

en las tinieblas,

fosforescencia en pugna, carne al rojo

de amor a la procura

de un suelo más humano, más

jugoso y veraz, donde,

si alguna vez me extingo, siga

mi ceniza por siempre

brillando, rezumando

en paz y fecundando, callada,

satisfecha su sed,

una materia nueva diamantina.





Conrado Santamaría. La noche ardida. Ruleta Rusa, 2017.

Imagen: Angela Bacon-Kidwell. Until the Veil was Torn, 2014.


2 comentarios:

  1. La noche no comienza con el ocaso, sino en el indeterminado momento que la honda oscuridad presagia el amanecer. Nada es eterno.

    Salud!

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    1. Incluso la noche y el amanecer son construcciones humanas. Salud, Loam.

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