viernes, 12 de junio de 2015

Adiós, Cuba




Estas son de las líneas más serias que he tenido que escribir en mi vida. Aguardad un momento, voy a ponerme un jersey. Dicho y hecho. Y si dije jersey, lo mantengo, porque si olvidamos lo poco que aprendimos de niños, ¿con qué derecho vamos a pretender dirigirnos a los hombres? Hay que haber vivido por lo menos tres años en Cuba, hay que tener la pretensión de decir la verdad, toda la verdad y parte de la mentira. He aquí la situación límite de una isla rodeada de viento por todas las partes. Aquí han ocurrido grandes y terribles esperanzas, han halado con todas sus fuerzas sin varar en el vacío. Adiós, Cuba. Tú sabes que con la misma facilidad me pongo un suéter que me quito la retórica de encima. Agur. Mucho me enseñaste, mucho descubrí por mí mismo. Que mi despedida salga a la calle, que sea publicada y recogida por el mayor número de lectores posible. Nos movemos siempre entre situaciones límite, pero yo limito sólo con el viento. Volveré. No mires atrás. Adiós, Cuba.

Blas de Otero. Verso y prosa. Cátedra, 1980.
Imagen: Mijaíl Kalatózov. Yo soy Cuba, 1964.

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