lunes, 7 de septiembre de 2015

A veces uno piensa



A veces uno piensa,

                                      y se debate

entre el amor al látigo y el precio

en crudo del pesebre

y el desprecio sangrante

de sí mismo, del yugo y del estigma.


A veces uno piensa,

                                      y se percata

de la carrera atroz trampa adelante,

de la voraz subasta

con muerto en las vitrinas,

del púrpura antifaz de la impostura.


A veces uno piensa,

                                      y se deshace

la carne del temor con su harapienta

mortaja de silencio,

la ceniza sin fe,

el templo de la muerte y sus cimientos.


Conrado Santamaría. De vivos es nuestro juego. Ruleta Rusa Ediciones, 2015.

Imagen: Pieter Brueghel. Dos monos, 1562.

2 comentarios:

  1. "...la carne del temor con su harapienta

    mortaja de silencio..."

    No conocía a Conrado Santamaría, ni a muchos de los autores y escritos que aquí publicas y, al menos a mí, me descubres. Gracias.

    Salud

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    1. Hola, Loam. A Conrado Santamaría creo que sí lo conoces, al menos un poquillo, pues llevo charlando contigo un buen tiempo, muy provechoso, por cierto. Salud

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